domingo, 7 de agosto de 2011

Tener mala pata

En la mañana de ayer viernes, bien temprano,  salí a correr con mi cuñada Martha y mi sobrino Miguel. En un momento de la carrera sentí cierto dolor en la rodilla, y en vez de oír las señales del cuerpo y parar de inmediato, seguí corriendo. A los pocos metros noté un crujido en la rodilla, seguido de intenso dolor,  y la imposibilidad de andar. En principio pensé lo peor, y temí que se hubiese afectado seriamente algún ligamento de la rodilla. Posteriormente el traumatólogo me tranquilizó, y me dijo que con absoluto reposo y con la medicación que me ha mandado, en un par de semanas puedo estar de nuevo andando. Eso espero y deseo, y desde luego estoy poniendo todo de mi parte.
En ese sentido, tuve mala pata.
Tener mala pata. Tener mala suerte.
Ejemplos.
Andrés ha tenido mala pata con los exámenes. A pesar de haber estudiado, sus calificaciones no han sido muy buenas.
¡Qué mala pata! He perdido el archivo de Word en el que he estado trabajando toda la tarde.
Pero en sentido vulgar, y a veces coloquial, a la pierna también se le llama pata.
Haciendo un juego de palabras, y en función de ese doble sentido o significado, puedo decir que ayer tuve mala pata (mala suerte) y hoy tengo mala pata (mal la pierna).

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